Falacia "ad hominem"
Es un tipo de argumento muy frecuente y muy persuasivo. Significa literalmente "argumento dirigido contra el hombre".
Se ataca a la persona que presenta el argumento y no al argumento en si. Esto toma muchas formas. Por ejemplo, el ataque puede basarse en la personalidad, la nacionalidad o la religión de la persona. O puede que se haga notar lo que la persona podría ganar en caso de un final favorable. O, por último, por asociación, o según a quienes frecuenta.
Hay tres formas principales de ataques personales:
Ad hominem (abusivo): en lugar de atacar el argumento se ataca a la persona
que lo emite.
Ad hominem (circunstancial): en lugar de atacar la aseveración el autor
señala la relación entre la persona que la emite y sus circunstancias.
Ad hominem (tu quoque): en esta forma de ataque se hace notar que la persona
no practica lo que predica.
Ejemplos:
Dices que Dios no existe, pero solo lo dices para estar a la moda (ad hominem
abusivo).
Debemos descartar lo que dice el Premier Klein sobre los nuevos impuestos porque
a él no lo afectará el alza (ad hominem circunstancial).
No podemos aceptar los argumentos de Share B.C. porque están financiados
por la industria maderera (ad hominem circunstancial).
Dices que yo no debería beber, pero tú no has estado sobrio ni
un solo día en más de un año (ad hominem tu quoque).
Prueba:
Identifique el ataque y demuestre que ni la personalidad ni las circunstancias de la persona tienen nada que ver con la verdad o falsedad de la proposición que se defiende.